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Muebles y tejidos sostenibles: tu pequeño grano de arena


No ha sido hasta hace unos años que hemos empezado a ser verdaderamente conscientes de la crisis medioambiental que vivimos. Algunos, de hecho, siguen sin creérselo. Como ya todos sabemos, en 2012, Donald Trump tildaba el calentamiento global de “concepto inventado por China”, en 2015 de “engaño” y en 2016 anunció la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París.


Aunque la mayoría de gobiernos occidentales no han cogido el toro por los cuernos, sí es cierto que es un tema que les preocupa cada vez más y, muestra de ello, son los acuerdos alcanzados en la última Cumbre de Acción Climática que tuvo lugar en Nueva York el pasado mes de septiembre, entre los que destaca el compromiso de 66 gobiernos a eliminar completamente sus emisiones de carbono para 2050. Según la ONU, “el mundo necesitaría aumentar sus esfuerzos entre tres y cinco veces para contener el cambio climático y frenar el aumento del calentamiento a 1,5 grados”.


Pero, ¿qué podemos hacer nosotros en nuestro día a día para contribuir? Y es que el cambio tiene que empezar por uno mismo. En este post vamos a hablar de los pequeños gestos que podemos llevar a cabo en casa y, en concreto, en la compra de nuestros muebles.

Las palabras eco, bio, orgánico y sostenible también llegan a esta industria. En efecto, se pueden comprar muebles respetuosos con el medio ambiente. Los consumidores comienzan a demandar muebles fabricados de manera responsable. En 2015, la revista Furniture Today, publicó una encuesta en la que se recogía que el 70% de los consumidores estaría dispuesto a gastar más en materiales ecológicos.


Cada vez más empresas están comprometidas con esta causa e incluyen dentro de su Responsabilidad Social Corporativa amplias medidas, como por ejemplo, certificarse ante organismos como FSC (Forest Stewardship Council) y PEFC (Programme for the Endorsement of Forest Certification). Dichas organizaciones combaten, entre otros, las prácticas no sostenibles y la tala ilegal mediante acciones como la elaboración de inventario forestal, la medición de repercusiones ecológicas, la silvicultura así como la evaluación de la trazabilidad de las materias primas de origen forestal y sus derivados desde el bosque hasta las tiendas. Con ello se garantiza la gestión responsable de los árboles y la supervivencia de pueblos indígenas y de millones de especies.


En cuanto a tejidos (por ejemplo, los utilizados en butacas o cortinas), también encuentran su equivalente en organizaciones como Textile Exchange o Better Cotton Initiative. Ambas ONGs promueven el cultivo del algodón orgánico que requiere un 90% menos de agua y un 60% menos de energía que el algodón normal y, además, no se emplean ni fertilizantes ni químicos. También fomentan el uso del algodón reciclado ya que consume un 80% menos de agua que el algodón convencional.

En definitiva, con pequeños gestos podemos ayudar a mejorar el medioambiente y la calidad de vida de los productores. Está en nuestra mano elegir muebles que cuenten con una certificación que garantice una compra más responsable y sostenible.






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